Origen y difusión
El nombre de la variedad Hojiblanca hace referencia al color claro de sus hojas. Además, en algunas localidades cordobesas, este olivo se conoce como Casta de Lucena o Lucentino.
La variedad Hojiblanca es la tercera más cultiva en cuanto a superficie en España. Principalmente se extiende por el sur, donde ocupa más de 265 000 ha en las provincias de Córdoba, Málaga, Sevilla y Granada
Producción y consideraciones agronómicas
La productividad de la variedad hojiblanca es elevada y alternante. Su capacidad de enraizamiento es media. Además, sus frutos son de maduración tardía y muestran resistencia al desprendimiento, lo cual dificulta su recolección mecanizada. Asimismo, presenta un vigor medio.
La entrada en producción del olivo hojiblanco es de precocidad media. La época de floración es de media a tardía. Además, es un olivo autocompatible y su polen es de una calidad aceptable.
Las aceitunas de esta variedad tienen doble aptitud. Además, se consideran muy adecuadas para el aderezo en negro tipo californiano gracias a la textura firme de su pulpa. Por otra parte, su contenido en aceite es bajo, pero está muy valorado por su alta calidad, aunque presente una baja estabilidad. La separación de la pulpa del hueso es difícil.
Esta variedad es resistente a los suelos calizos y la sequía. Igualmente es tolerante al frío invernal. En cambio, el olivo hojiblanco es susceptible a repilo, tuberculosis y verticilosis. Por último, su resistencia a mosca y lepra no es elevada.
Fruto y hojas
Para distinguir esta variedad podemos observar las características de su fruto y sus hojas.
La forma de la hoja es lanceolada, de una longitud larga y una anchura media.
Por otra parte, el fruto de peso elevado. Su forma es ovoidal y simétrica. Tiene los ápices redondeados y la base truncada. Podemos además observar abundantes y pequeñas lenticelas en el fruto. Su color de maduración es violeta-negro.